Entrevistamos a Juan Manuel Baixauli, CEO de Consultia Travel, ganador del Premio COMPRENDEDOR B2B 2017 en la modalidad de Operaciones y Procesos y Socio Emprendedor de Empresa&Sociedad.
Juan Manuel Baixauli, estudió psicología en la Universidad de Valencia, etapa en la que creó su primer proyecto empresarial, hasta su venta en el año 2009, siendo un modelo de distribución turística que hoy es utilizado por más del 50% de las agencias de viajes españolas. Posteriormente fue ampliando su formación empresarial en varios centros, entre ellos el IE. A la vez, participa en diferentes organizaciones de actividad empresarial fomentando la actividad económica. Presidente del Club de Marketing del Mediterráneo, y Presidente del Club de Innovación de la Comunidad Valenciana, entre otros. Participando en diferentes universidades, centros y escuelas de negocio, en temas formativos, y es mentor en el programa de la Cátedra de Cultura Empresarial de la Fundación Universidad Empresa de Valencia.
Nuestra labor consiste en facilitar y gestionar integralmente el servicio de viajes a la empresa, y sus usuarios, de una forma altamente eficiente y productiva.
Llevábamos años viendo que todo estaba cambiando, la madurez del mercado, la tecnología había irrumpido de una forma brutal en nuestro sector, y veíamos dos tendencias muy claras: La primera que ya no podíamos ir todos a por todos, y esto los simplifico con “especialización”, a “¿quién le aporto valor?”, y la segunda la eficiencia en los procesos, la optimización de las tareas y la búsqueda de “productividad”, se estaba convirtiendo en un elemento clave, y eso era tecnología aplicada de forma eficiente.
En el año 1988 inicié el desarrollo de un formato de agencia de viajes, por mi pasión por el turismo, que alcanzó más de 50 oficinas en España, 37 en Portugal y 2 en Sudamérica, pero en esa última etapa (entre los años 2.000 y 2.008) tomé conciencia de los cambios que se estaban produciendo y fui consciente de que seguir evolucionando con ese formato no le daba mucho futuro a la empresa. Pero el cambio que veía era muy radical, lo que teníamos no valía, había que hacer un cambio radical, algo que abordamos en el año 2009, vendiendo todas las oficinas de calle, para pasar a centrarnos en la tecnología y la especialización.
Hemos sido capaces de integrar la eficiencia y optimización en la reserva y compra de servicios de viaje (hoteles, vuelos, rent a car, etc.) con las propias necesidades de organización de la empresa, de control, gestión y políticas de compra, sistemas de información, dotando al cliente de un sistema de inteligencia capaz de ahorrarle un 75% de los recursos destinados a esta gestión, incorporando, además, un servicio altamente personalizado y profesional. Una combinación perfecta entre eficiencia tecnológica con eficiencia personal.
El primer proyecto que desarrollé, entre 1988 y 2009, y que llegó a internacionalizarse en Portugal y algún país de Sudamérica. Fue la creación de un modelo de distribución, del que hoy forman parte más del 50% de las agencias de viajes españolas, con el desarrollo de un nuevo paradigma en el formato de gestión de una agencia de viajes. Las grandes firmas también lo han adoptado: Viajes Halcón, Viajes Barceló, etc.
Recuperé, para este proyecto, a una parte de las personas con las que había contado en el anterior desarrollo empresarial. El trabajo de “terapia” para hacerles cambiar el punto de vista y alinearse con otro formato de gestión y de visión, creo que ha sido una de las tareas más arduas¡!!! A la vez que edificante, por como el equipo se iba convenciendo conforme los resultados iban saliendo.
La parte de venta es un elemento clave, es el que determina si tenemos “clientes” a los cuales les aportamos valor. Tener un discurso claro, definir con claridad la aportación de valor, y en qué se diferencian, saberlo trasmitir y comunicar, conocer quién es el cliente target y tenerlo muy bien definido, e ir formando un equipo al que trasladar todo el modus operandi de la venta, es determinante para el crecimiento y consolidación del proyecto.
Y por supuesto analizar muy bien cómo llegar a ese cliente target. Sin la llegada el proyecto puede caer a pesar de ser fantástico
La innovación hay que hacerla con el equipo humano, pero se requieren dotes “trasgresoras”, para ser capaces de pensar de forma diferente o cuestionarse cosas que de normal nadie se cuestiona, por el mero hecho de la inercia, incluso de la comodidad. Para ello en muchas ocasiones es conveniente que entre un “aire lateral” que remueva la actividad. Tener personas con capacidad de liderazgo y que además sean capaces de preguntarse cuestiones desde otro ángulo totalmente distinto, y que muchas veces a priori parecen no tener sentido, pero que a la larga se convierten en innovaciones determinantes para la competitividad de la empresa. Y hay que “hacer”, “probar”, equivocarse, y seguir avanzando, no basta solo con pensarlas.
Hay algunas premisas con las que trabajo el proyecto, por un lado, lo que hacemos tratamos de hacerlo desde un punto de vista global, pensando siempre en que el mercado puede ser “todo”, cómo escalar e internacionalizar lo que hacemos. Por otro lado, cómo hacemos para permitir implicar al talento, crear puestos de trabajo cualitativos, estables y con proyección, protegiendo a las personas, ayudándoles en su desarrollo profesional.
Yo tengo dos puntos de vista:
Sobre el ecosistema emprendedor de Empresa y Sociedad